19/5/11

Confiar en la nanotecnología

La tecnología es algo inherente y omnipresente en nuestro estilo de vida. De hecho, hemos llegado a depender tanto de ella que forma parte continuamente de nuestros pensamientos y actividades diarias. Dudo mucho que seamos capaces de imaginarnos un mundo en el que no podamos encender el portátil, conectarnos a una red y consultar nuestro correo electrónico mientras viajamos en tren a algunos cientos de kilómetros por hora. Yo soy el primero que no podría.

De todos modos, la tecnología introduce cambios a una velocidad vertiginosa, una velocidad la cual no tiene visos de disminuir sino aumentar en un futuro próximo. La nanotecnología avanza a pasos agigantados y la computación cuántica es algo que ya no parece de ciencia ficción, por ejemplo. Y debido a ello, muchas veces nos preguntamos si la sociedad será capaz de asimilar todos estos cambios. Seré más concreto; lo que deberíamos preguntarnos es qué fracción de la sociedad será capaz de seguir el ritmo y qué otra fracción se verá superada por este tsunami siempre dispuesto a engullirnos.

Bueno, quizás esta reflexión sea un tanto dramática. Si bien la tecnología es como una bola de nieve en constante crecimiento, siempre habrá quien esté dispuesto a montar barricadas para interceptarla. Me explico.

Estaremos de acuerdo que las leyes que postuló Newton son universales y solemos pensar a menudo en la ley de la gravedad (sic). Pero para mí, la primera ley o ley de la inercia es bastante significativa:
Todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre él.
Lo que nos viene a decir es que la inercia es como oponer resistencia al cambio. Si estamos quietos seguiremos quietos a no ser que una fuerza nos mueva; si nos movemos lo más probable es que sigamos moviéndonos a no ser que algo nos pare.

Con la tecnología pasa lo mismo: el ser humano se niega a cambiar. ¿Cómo lo hacemos? Tendiendo a desconfiar. En época del daguerrotipo se creía que al hacerte una fotografía te robaban el alma. Los médicos han sido vistos durante muchas décadas como matasanos, magos o brujos amigos del diablo (que se lo pregunten a los americanos contrarios al aborto, ingeniería genética o tratamientos con células madre). Incluso hoy es habitual encontrar en los informativos alarmantes estudios que condenan el uso del móvil, de las redes inalámbricas WiFi, de las luces LED... ya que supuestamente la radiación que desprenden es mortalmente perjudicial para la salud.


El caso es que hace unos días me encontré con un interesante correo de mi anterior jefe en Atlanta. Normalmente llegan a ráfagas, ráfagas que suelen ir directas a la planta de reciclaje. Pero en esa ocasión uno me llamó la atención: poco texto y un pdf sobre la nano-comunicación. Pensé que sería relacionado con nuestro campo, y al disponerme a leerlo descubrí que trataba de "cómo comunicar los avances de la nanotecnología" en vez de "avances en cómo comunicar nanomáquinas". Pero seguí leyendo. El título me tenía intrigado: "Los diez mandamientos de la nano-comunicación, o cómo tratar la percepción del público".

En él se exponen diez recomendaciones en relación a avances tecnológicos y la manera en que deberían anunciarse al público, ya que la sociedad es muy sensible y opositiva a los cambios. Normalmente desde el desconocimiento: "[en 2005] más del 54% de los americanos no saben ni qué es la nanotecnología". Esa es la premisa de la cual salen los supuestos mandamientos y la estrategia de comunicación. Y la verdad es que en alguna, en mi más humilde opinión, se da en el clavo.

1. "High tech needs high trust"
Mal traducido sería algo como "la alta tecnología necesita un alto nivel de confianza". Justa y llanamente. Es bastante lógico pensar que la humanidad a llegado a un nivel global de conocimientos tal que es imposible que alguien sepa de todo. Es más, la especialización es un hecho cada vez más y más común. Así que para disfrutar de la tecnología hay que confiar. Confiar en el sistema, y confiar en que los que desarrollaron esa tecnología sabían lo que se hacían.

2. La ciencia no genera credibilidad -la gente lo hace
La sociedad se decantará antes por el boca-oreja, o un estudio realizado por medios más cercanos (aunque puedan ser erróneos); que ante un estudio de una empresa de alta tecnología. 

6. Percepción es realidad
La percepción del riesgo es complicada y muchas veces irracional. Pero lo que sí es seguro, es que la socieda d convierte la percepción en una creencia de realidad. El tratamiento que los medios puedan hacer de un tema condiciona enormemente la percepción que la sociedad pueda tener de un tema, y por tanto la realidad que dicha sociedad verá. Desafortunadamente, uno podría dar bastantes ejemplos de cómo esto se aplica erróneamente y se comprueba el dicho que reza: "Una mentira mil veces repetida.... se transforma en verdad".


Percepción no siempre es realidad.

10. Reguladores y regulaciones no generan credibilidad
No he visto este punto tan relevante, pero expondré el ejemplo que me vino a la cabeza al leer este punto. A la sociedad le ha dado igual que las regulaciones marquen distancias de seguridad, potencia máxima, y diversos parámetros más para las antenas de telefonía o de los mismos móviles, para que la percepción de peligro se convierta, para muchos, en una falsa realidad.



Para disfrutar de la tecnología hace falta confiar en ella. Cuidado; nadie ha dicho que debamos taparnos los ojos, abrir los brazos, y aceptar sin más todo lo que nos llega. Faltaría más. En los tiempos que corren nadie puede hacer esto, y hasta diría que hay que ser sumamente crítico. Pero como en todas las cosas de la vida, ser crítico debería significar pensar por uno mismo, crearse un criterio propio y no depender en exceso del vómito de los medios o del cotilleo infinito que genera la sociedad.


La nanotecnología es la vanguardia de la ciencia. Y puede traer muchos e importantes avances en numerosísimos campos como la industria de consumo, las telecomunicaciones o la medicina. Pero hay que creer, hay que confiar.


Pensad y sed críticos por vosotros mismos. Confiad en la nanotecnología.
Sergi

1 comentario:

  1. M'agrada molt la reflexió i la veritat es que per desgracia l'inmovilisme de l'ésser humà és més present del que ens pensem

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