28/9/11

Retorno a una nueva rutina

Septiembre supone, para un 99% de la población adulta y con ocupación conocida, el retorno al trabajo, a los estudios o a lo que se tercie. El retorno a tener una rutina establecida, unas acciones por defecto que normalmente requieren levantarse pronto por la mañana por eso de ser un elemento productivo de la sociedad.


Mi caso no iba a ser diferente... bueno, quizás un poco. Veníamos de un mes de Julio en que ya había acabado las clases del máster necesario para entrar definitivamente en el mundo del doctorado, y había empezado a saborear este estilo de vida que requiere de reuniones más o menos constantes, lectura de muchos artículos científicos; y cómo no, del sufrido arte de la procrastinación.




El mes de Septiembre se presentaba como una extensión del mes de Julio, habiendo tenido obviamente más de un mes de vacaciones por en medio (ojo, las cuales tampoco fueron improductivas del todo). Aunque, de repente, el ritmo se tornó endiablado por la aparición de una nueva convocatoria de las becas de La Generalitat para formación de personal investigador (vaya, para gente que quiera hacer el doctorado). Los quince días vista de la fecha límite de presentación de solicitudes marcó el paso a seguir: tenía que presentar la tesis del máster en ese periodo, recopilar toda la información y documentos necesarios para la solicitud, paralelamente a las reuniones con el grupo de investigación y otros menesteres administrativos.

Empezamos pues, con un traspiés en lo que debería ser rutina, para acelerar al máximo los retoques y finalizar la tesis del máster, hacer colas y más colas para todos los trámites necesarios para presentarla (que no son pocos), presentarla propiamente dicho, y redactar la solicitud para las becas en el plazo previsto. Afortunadamente, todo fue rodado: la tesis presentada y por lo tanto el máster acabado, y toda la burocracia acabada y eliminada de mi vista, al menos hasta que tenga que volver a pedir dinero, claro.


Finalmente, superadas las turbulencias, puedo decir que he empezado esa mudanza ficticia que supone el retorno a mi nueva rutina. Soy, a falta de una fuente de subvención fija, doctorando con todas las de la ley. Es curioso cómo es de difícil definir este estado: cuando la gente pregunta a qué me dedico nunca sé si decirle si estudiar o trabajar, ya que  me da la sensación que las caras que ponen muchos cuando comento que empiezo el doctorado, serían capaces de ganar campeonatos de póker.

¿Que cuál es esta rutina? Difícil también definirla. La libertad de horarios es casi total, así que la rutina se la marca un poco cada uno, y creo que yo aún tengo que encontrar la mía. Por lo demás, creo que durante gran parte de este año, la vida dentro de estas cuatro paredes se reducirá a llenar papeleo administrativo para becas y demás, leer artículos o papers, preparar diapositivas para distintas reuniones, asistir a dichas reuniones de seguimiento y, si todo va bien, escribir algunos papers nosotros mismos.




Y procrastinar, claro. Que no falte.

1 comentario:

  1. hombre!!!!!!!!!!!!!!!! si ha vuelto a la vida el blog!!Ànims!! No és fàcil, però al final t'acostumes a matinar i tenir uns horaris, ja veuràs!!! ;)

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